Me senté en aquella plaza, cerré los ojos y me dedique a escuchar el sonido a mi alrededor: unos niños tras un balón, el chillar de un columpio, una tierna risilla y una promesa de amor disipada en la distancia... luego de unos minutos el sonido se alejó, no escuche nada, no habia nada, nada... más que yo.
y… el mundo se convirtió en un vibrante silencio.
Encontre este escrito en mi baúl perdido.... creo que es bueno... Para comenzar.
domingo, octubre 22, 2006
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2 comentarios:
Me ha gustado. Síguelo...
lindo blog... muy buen comienzo
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