viernes, diciembre 22, 2006

Receta para olvidar

Ingredientes:

  • Recuerdos que desee olvidar
  • Un lápiz
  • Una hoja de papel
  • Un fosforo


Tome todo los recuerdos que desee olvidar y júntelos en una nube negra, tome esa nube y traspase todo a un papel, asegure no dejar ningún resentimiento que pueda perturbarlo más adelante, tome el papel con la conciencia de que en él existen sólo pensamientos negativos que deben ser olvidados para siempre, tome un fosforo y queme aquel papel, elimine todo lo negativo que no lo deja vivir en paz, luego levántese y camine en paz todo lo negativo ha sido eliminado.

martes, octubre 31, 2006

Tus viejas Cartas

"No es difícil imaginarte así....

Aquí semidesnudo, sombrío, ansioso, tu piel suave, sutil, tan tersa como una manzana que esta a punto de ser mordida. Tan caballero, la brisa de tus labios susurra a mi oído, -Bésame!- tan suavemente, -Bésame!- como nuestro primer beso, dulce, apasionado, lleno de misterio.


Un hormigueo recorre todo mi cuerpo buscando tus frías manos, cautelosas que esperan sigilosas para emprender un viaje; un viaje desconocido hacia el infinito más deseado, el infinito eterno, donde podrán descansar de la travesía, descansar para continuar su camino.

Tus ojos abiertos me incitan a tocarte, a besarte fuertemente, a rozar nuestros cuerpos hasta convertirlos en seda, blanda, delicada, armoniosa.

Tu voz, sólo tu voz agitada, me dice -Detente!!!, quiero confesarte algo que tengo guardado, algo que no me deja dormir, algo que necesito saber, sino, podría morir en este mismo instante...

-¿Me quieres?- Mi cara sonríe, es la sonrisa más radiante que jamás he tenido en toda mi vida, acaricio tus manos y las pongo sobre mi pecho.

-Siente- Susurro a tu oído, es tu nombre el que esta en lo más profundo de mi corazón, un corazón que solo sabe repetir un sólo nombre, el nombre más lindo, el más hermoso, que posee la persona más maravillosa que pisa este planeta, es el nombre de un hombre que guarda mi corazón, a quien le he entregado mi amor verdadero, mi amor eterno. Solo él, es quien me ilumina cada día, el que me cuida y piensa en mí, el que lucha por mi a cada instante, y sobre todo el que me guarda un lugar en su corazón...


Ese hombre tan bello eres tú."

jueves, octubre 26, 2006

Alicia

Fotografia: Fabio Borquez
http://www.flickr.com/photos/fabioborquez/

En esta extraña noche de primavera Alicia se alza desnuda frente al marco de su ventana. Su mirada parece extraviada, perdida en algún rincón de su ser. Una gota de salino rocío se cuela entre su mejilla confesando a gritos que algo la perturba.

-¿Que es el amor? -Se pregunta a si misma- ¿No es sólo un invento del poeta que disfraza su impulso incontrolable? -Las dudas se encarna lentamente en su mente como agujas sobre la piel - No sirvo para amar… ni el amor fue hecho para mi.

Alicia comienza a trajinar su corazón en busca de una respuesta rápida que le sirva para definir aquella manoseada palabra, pero aquel se encuentra sellado bajo mil llaves y no todas las conserva ella. Desliza su mano entre la cortina, abre la ventana y rápidamente una calida brisa roza sus pequeños pechos. Su llanto silencioso no la impide dejarse seducir por la tibia noche mientras la luna se escabulle ante la incertidumbre de aquella mujer.

Aun en primavera hay flores que permanecen en capullo, así es Alicia, misteriosa, sensual, amante de la noche, bella mujer de pequeños senos que muere por amar.

De pronto algo la saca de su trace.

- Alicia –se escucha desde el fondo la habitación.
- Que haces frente a la ventana.
- Nada, sólo admiro la noche.
- Vuelve a la cama… y cierra la ventana que entra una brisa.

Alicia vuelve su vista donde duerme su novio quien la llama, sonríe desconsolada al ver al hombre que tiene a su lado y se vuelve caminando lentamente hacia su cama, resignada, para perderse por otra noche, entre sabanas y gemidos.

Esa es Alicia, la mujer que ama sin saber de amor.

No la culpo pues más de alguien, alguna noche en su vida se habrá sentido como Alicia… en vuelta en amores que no lo son.

… Esta noche llueve en primavera y en Alicia también…

domingo, octubre 22, 2006

Para Comenzar

Me senté en aquella plaza, cerré los ojos y me dedique a escuchar el sonido a mi alrededor: unos niños tras un balón, el chillar de un columpio, una tierna risilla y una promesa de amor disipada en la distancia... luego de unos minutos el sonido se alejó, no escuche nada, no habia nada, nada... más que yo.

y… el mundo se convirtió en un vibrante silencio.

Encontre este escrito en mi baúl perdido.... creo que es bueno... Para comenzar.